domingo, 24 de junio de 2012

El reino de Sabán: Grecie

En la zona occidental del continente, siglos ha, se encontraba el Reino de Sabán. Un reino fundado al final de los Siglos Oscuros, por la alianza de los Altos Elfos y los Altos Hombres, donde todos, humanos, elfos, enanos, hobbits y orcos pudieran vivir en paz.

Los enanos ocuparon las montañas, o mejor dicho, cavaron bajo ellas, mientras los elfos ocupaban bosques, praderas o ciudades, según sus apetencias, los hobbits se acercaron a las orillas de los ríos, los humanos labraban tierras y fundaban ciudades, y los orcos compartían túneles con los enanos, aparte de ocupar las zonas volcánicas.

Los Altos Reyes, Sezé de los Elfos y Cameted de los Humanos, establecieron un gobierno donde ninguno de ellos era más que el otro, y aprendieron a gobernar en conjunto. Y así ocurrió durante los siglos de vida de Sezé y su hijo Cizé, mientras los veintiséis Altos Reyes de la estirpe de Cameted compartían el trono con ellos.

La justicia era justa, el gobierno amable, y los caminos seguros. La época del Reino de Sabán es concida hoy como los Siglos Dorados del continente.

Pero nada bueno dura demasiado. Los descendientes de Cameted se sentían inferiores a Sezé y Cizé, que se portaban como bondadosos padres sin entender que, a veces, un consejo de experto a novel, entre Reyes supuestamente iguales, podía doler. Poco a poco las relaciones entre Altos Elfos y Altos Hombres se fueron enturbiando, hasta los Disturbios de la Congoja, que arrasaron Sab, la preciosa capital, y terminaron con Sabán.

En su lugar surgieron pequeños reinos enfrentados, la mayoría de las veces monoraciales, aunque en algunos convivieran dos o tres razas casi en paz. En uno de ellos, Grecie, surgió una especie de convivencia pacífica entre elfos claros, humanos y hobbits.



Grecie se encuentra limitado al oeste por las Montañas Afiladas, de dura roca, hogar de enanos (al norte) y orcos (al sur del Camino de las Montañas). Nunca estuvo claro si el Bosque de Sécher, al pie de las Montañas y hogar de los Elfos de los Bosques, es parte de Grecie o no. Junto al bosque se encuentra Muroth, la ciudad de los hombres del río. Al sur del Camino de las Montañas Afiladas se encuentra la Ciudadela de Cend, hogar de los Altos Elfos y completamente independiente de Grecie.

El resto del país son campos verdes o de labor, a ambos lados del Sung, el gran río de Grecie, en cuyas orillas a veces se encuentras zonas de población hobbit, salvo en la zona de las Quebradas Tori, zona de campamentos orcos, donde ambos brazos del Sung se unen.

El extremo este del país es justamente la capital, Grecie, partida del Camino de las Montañas afiladas y de otros caminos en todas las direcciones: al este al desierto, al sur hacia el Reino de Vower y al norte hacia las Tierras Yermas de los Caballos. La ciudad de Grecie es una extraña mezcla de humanos y elfos claros, con pequeños barrios hobbits y mercaderes de todas las razas yendo y viniendo.

Una de las leyendas de Grecie cuenta que, en los tiempos del Reino de Sabán, Armeted, el cuarto de los descendientes de Cameted, llavaba una armadura de oro, una de cuyas piezas regaló a un nómada elfo, en alguna zona entre la Antigua Posada (considerada más o menos el centro de Grecie) y las Montañas Afiladas, cuando el elfo mató de un flechazo al caballo desbocado en que montaba el hijo del Alto Rey, que corría hacia un precipicio amenazando con despeñarse con el heredero en la silla.

El pectoral de oro es desde entonces material de leyendas en Grecie, y se dice que se encuentra en la tumba del elfo, en una necrópolis cerca de donde ocurrieron los hechos. Quien lo lleve, se cuenta, nunca retrocederá en combate.