Giulio empezó a comprender las intenciones del dracontópodo. Él quería información sobre las propiedades del lago rocoso, y el dracontópodo le había informado, a su manera. Seguramente se encontraba bajo el lago, o algo similar.
Decidió preguntarle al propio agua para averiguar qué otras superficies libre tenía. Giulio estaba seguro de que aquél agua estaba conectada con la superficie del lago del bosque. Se concentró e hizo un gesto con las manos mientras recitaba:
-Intellego Aquam
El agua es lenta cundo habla. Una conversación con un lago puede durar horas, simplemente para preguntarle algo como si hay un cadáver en su fondo. Pero tampoco es cuestión de quejarse, a fin de cuentas el agua contesta rápido si se la compra con la roca.
Giulio comenzó a conversar con el lago. Un buen rato más tarde, averiguó lo que necesitaba saber: aquel agua era la misma que la del lago de roca del bosque. Ahora tenía que salir de allí.
martes, 4 de noviembre de 2008
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