jueves, 11 de junio de 2009

Monika

Monika es una vampiresa acostumbrada a hacer su voluntad, como la mayoría de los Antiguos. De hecho, podría ser una de ellos, si se interesara por cosas como el poder y el control. Pero lo que le interesa de verdad son las almas de los seres vivos de los que ya no forma parte.

Monika nació en 1492, en un castillo cerca de Brasov, al pie de los Cárpatos. De familia valaca, su padre murió luchando contra los turcos, y cuando éstos incendiaron el castillo y estaba a punto de morir abrasada, el sacerdote del castillo, Simeon, que en realidad era un vampiro, la salvó del incendio y la Abrazó.

Desde aquél momento, Monika es una mujer de 33 años, y una de los miembros activos más antiguos del Clan Malkavian, una perceptiva vampiresa de 8ª generación.

Tras pasar diferentes partes de su no-vida en Turquía, Grecia e Inglaterra recaló en Canarias, donde pasa sus noches actualmente.

Dado que nunca ha buscado el poder, no ocupa posición alguna de influencia entre los vampiros de Tenerife, y simplemente existe y deja existir.

En la actualidad tiene un pequeño rebaño de tres personas, pacientes del Hospital Febles Campos, a los que da el Beso con cierta regularidad. No tiene refugio fijo, pero conoce bastante bien los pisos vacíos de la zona de estudiantes de La Laguna, de algunos de los cuales incluso tiene llaves.

Es extremadamente empática, a lo que ayuda su fuerte conciencia, y ya lo era cuando existía como humana. Su Abrazo extremó esta característica, provocándole la curiosa locura que padece desde hace caso quinientos años: cada vez que Besa a alguien, su empatía con ese recipiente le provoca un sentimiento de culpa tan importante que cree que absorbe parte de los recuerdos de su recipiente junto con la Vitæ. De hecho, es una de las razones por las que intenta no matar a sus víctimas, porque de hacerlo cree que el alma completa del fallecido la rondará para siempre. Así, Monika cree que diversos recuerdos de todas sus víctimas a lo largo de la historia la acompañan siempre, y tantos recuerdos (inventados por ella misma, en realidad) la vuelven loca. Por eso intenta no cazar a muchas personas distintas sino beber de unas pocas personas fijas, preferiblemente personas con pocos recuerdos, como bebés o ancianos seniles.

2 comentarios:

Agnes dijo...

¿Vamos a seguir con esta partida? Porque cada vez me gusta más mi personaje.
Soy un espíritu libre, que me gusta vivir (o no-vivir) y dejar vivir.
Me gusta mucho la descripción que has hecho de mi personaje. Encantadora. Loca, pero encantadora.

Finarfin dijo...

no decias que no querias una malkavian...?